Con acción de gracias, gran gozo y alegría,
este nuevo día
¡Cristo, mi Señor!
yo lo dedico a tu loor.
Sé mi pensamiento, sé mi sentir,
sé tú mi dicho, sé mi vivir.
o
De este mundo nada anhelo, peregrino soy,
Me has llamado a servirte, y listo estoy.
Estando perdido me rescataste del pecado vil,
En tus hombros me llevaste al rebaño de tu redil.
o
Señor, enséñame a no depender tanto de lo humano,
pues, de tu reino celestial y eterno soy ciudadano.
Que tu Espíritu divino vierta su poder en mis venas,
si algún día por tu causa sea tu embajador en cadenas.
o
Tú bien conoces lo débil de mi condición.
Te agradezco los logros y gran bendición.
También hay pecados y malestar,
hay disciplinas que superar.
o
Eres mi escudo, mi protector,
Eres mi guía, mi defensor,
Siempre estás conmigo, oyes mi oración,
yo vivo contigo dulce comunión.
o
Aguardo el anhelado día, oh, mi Salvador,
Me será gran gozo ver tu rostro lleno de amor,
Dulce tu mirada, divina bondad;
Moraré contigo por la eternidad.
Categoría: Poesías, post #256
o